No faltamos a la verdad si decimos que hoy en día es muy complicado ser realmente fiel a uno mismo, conservar tus valores y principios de manera inquebrantable a pesar de las mareas, a pesar de la fuerza de los acontecimientos y a pesar de las desilusiones.
Partiendo de esa premisa inicial, que es sin lugar a dudas algo desalentadora, cuando hablamos de M. Night Shyamalan y de toda su obra cinematográfica podemos asegurar que el director indio- estadounidense es y ha sido un claro ejemplo de perseverancia y fidelidad a un estilo a lo largo de casi dos décadas desde que triunfara con El Sexto Sentido. Esa férrea voluntad de mantener una seña de identidad, de mantener a toda cosa su particular forma de ver el cine le ha acarreado no pocos problemas, triunfos incontestables y sonoros fracasos que hicieron que todos pensáramos que el director se había perdido para siempre.
Lee el artículo completo en Guts Mag