Escucho la música que me gusta, que me anima y que convierte mi tiempo en un disfrute. Es una de mis aficiones más apreciadas, de las que más me llenan, aunque pueda parecer desde el exterior que no ejercen en mí mucha influencia. Es por eso que procuro que todo lo que escucho me proporcione placer. Quién hace lo contrario, ¿verdad?
Algunas personas le dan a las drogas, otras al deporte extremo. Yo le doy a las notas. Bueno, más bien las escucho. La perspectiva de…
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