Sin tener en cuenta, o tal vez sí, lo tremendamente básica, extremista y poco estimulante que se está volviendo la sociedad en este nuevo milenio y siglo —empujada por una tecnología vanguardista e intervencionista hasta niveles orwellianos que nos convierte poco a poco en seres con cero iniciativas, por no hablar de individuos-ameba que sólo se mueven por instintos primarios—, vivimos tiempos de cambio en los que muchas de las decisiones que […]
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